En Ecuador la cultura no ha muerto
El cine ecuatoriano trata de estar fuera del juego del Covid-19
Escrito por: Carolina Rodríguez
El cine ecuatoriano está buscando un horizonte después de casi dos meses de oscuridad en aislamiento domiciliario. La pandemia Covid-19 ha hecho que muchas empresas paralicen sus actividades y el sector cinematográfico no es la excepción. Sin ningún corazón que entre en las salas de cine, la Cinemateca Nacional, La Red de Cineclubes de Ecuador y Casal Català de Quito se han unido para dar vida a un programa de cine foro virtual con películas ecuatorianas y sus respectivos directores.
El jueves 14 de mayo inició este proyecto y la película “Fuera de Juego” fue la encargada de abrir el evento. A las seis de la tarde los organizadores y el público interesado prendieron sus computadores y se conectaron mediante la plataforma de video llamadas, Zoom. “Va a ser una colaboración fantástica porque en esta época, que nos hemos obligado a vivir encerrados, tenemos que buscar nuevas plataformas para la difusión de la cultura” dice el presidente de Casal Català.
Después de la introducción la protagonista hizo su entrada. La película “Fuera de Juego” fue vista mediante la plataforma de videos Vimeo. Esta obra cinematográfica, estrenada en 2002, cuenta la historia de un joven de 16 años que sueña con viajar a España para conseguir una vida mejor. La semilla que se encargó de formar ese deseo en su corazón fue la crisis financiera por la que pasaba Ecuador en 1999 con la dolarización y el feriado Bancario. Este momento trajo dolor y sufrimiento que el director supo retratar con gran naturalidad.
Victor Arregui director de “Fuera de Juego”. Foto tomada de: Yeclo.com
Como la mayoría de las películas ecuatorianas la obra de Víctor Arregui está cargada de un componente social muy fuerte. En este caso, quiso mostrar un equilibrio entre lo documental y la ficción dejando un fuerte mensaje que gira en torno a la política, educación y la vida de una familia pobre que tiene que lidiar con problemas todos los días.
A las 7:50 pm inició el foro virtual donde los asistentes charlaron amenamente con el creador de “Fuera de Juego”. Ahí Víctor Arregui compartió su experiencia haciendo la película. “Empezó como una película muy chiquita, como tenía poco financiamiento tuvimos que arreglarnos para hacer que el proyecto siga en pie. Después de estrenada la mandé al Festival de Tu Luz y luego de algún tiempo me llamaron de San Sebastián y me informaron que la película había ganado. A la final pasó de ser una película chiquita a una obra colosal” dice.
La película tuvo un proceso largo de realización. Sólo el montaje se demoró seis meses. Para la docente de la Universidad de Las Américas y montajista, Andrea Miño el proceso de edición o montaje de una película es complejo, porque se tiene que construir una historia de todo el material obtenido y muchas veces se toman decisiones difíciles. “Por otro lado es un proceso muy lindo porque se tiene contacto con los directores y muchas veces hay una libertad creativa en la cual se puede aportar para potenciar el guión o la historia.” dice ella. Para el producto cinematográfico los personajes fueron interpretados por actores de la calle por lo que el guion se adaptó a un lenguaje más ligado a la realidad. “Quisimos hacer que la película sea lo más natural posible, por esta razón varios de los escenarios que utilizamos fueron lugares escogidos por los actores.” Víctor Arregui comentó que la localidad principal fue la propia casa de uno de los actores y que lo capturado ahí fue lo que ellos viven diariamente.
El cine ecuatoriano es duramente criticado, hay un debate sobre por qué las historias que se cuentan no se conectan con el pueblo y existe una escasez de consumo o interés por el cine nacional. Varios directores y personas que viven de este medio comentan que esto no se debe a las historias contadas sino a una falta de consumo de cultura lo que lleva a una discusión que ignora la realidad. Para Andrea Miño, el cine ecuatoriano es una experiencia desafiante porque es muy difícil vivir de este medio, también cree que hace falta más espacios que ayuden a fomentar el crecimiento del cine y es por eso que la producción de productos audiovisuales no es tan grande. Desde el 2002, cuando salió fuera de juego, hasta la actualidad el cine ecuatoriano ha crecido en calidad, con la evolución a la tecnología, y variedad temática, además se han creado espacios para fomentar el estudio en esta área, como universidades o escuelas de cine. Sin embargo, la falta de difusión e interés del público es un obstáculo en el camino.
Fuera de juego es una película algo desafiante y confrontadora y por una hora fue el perfecto tema de conversación entre Víctor Arregui, los organizadores del cine foro virtual y las pocas personas que se conectaron al Zoom. El evento fue difundido por las redes sociales de las tres entidades antes mencionadas y tuvo una acogida grande del público. Sin embargo, al momento de la reunión sólo 10 personas compartieron este tiempo. Quizá esto se debió a que el enlace de Zoom fue publicado una vez en las respectivas páginas lo que hizo difícil encontrarlo. Trasladar un evento cinematográfico de la sala de cine a la pantalla del computador no es fácil, ya que la mala conexión de internet y la falta de difusión son un gran inconveniente. Sin embargo, dentro de la video llamada se podía sentir la ilusión de un niño en los rostros de los asistentes que emocionados querían experimentar esta nueva forma de compartir una tarde de cine que rompió la monotonía de la cuarentena.
Este proyecto tiene la misión de sobrepasar el cine ecuatoriano a través de las paredes en las que los seres humanos se han visto obligados a estar la crisis sanitaria.