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EsCultura ha destinado este apartado dentro de Pinceladas, para dar a conocer un mundo infinito de posibilidades: la fotografía. A través del lente permitirá a sus lectores sumergirse en la magia de capturar momentos, sensaciones y sobretodo, conocer  a   los  autores  detrás  de los flashes.

A un click de  distancia

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En un día más dentro del aislamiento social que vive Quito desde el 12 de marzo, una videollamada se proyecta a través de un televisor, una cámara profesional acompañada de su trípode y un montón de creatividad se alistan en el estudio de Andrés Garófalo, un realizador audiovisual quiteño. A kilómetros de distancia, Camila Albuja acomoda un espacio en su casa para danzar en el aire y ser protagonista de una iniciativa que ha nacido en tiempos de coronavirus: una sesión de fotos por videollamada.

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Andrés Garófalo, conocido también por su dirección en el largometraje ecuatoriano Proyecto Bullying, confiesa que aunque sus licenciaturas en cine y producción audiovisual le han traído muchas satisfacciones profesionales, es un fotógrafo de corazón: “Llegó un punto en que todas las ramas del arte a las que me dedico se convirtieron en mi trabajo y lo único que se quedó exento fue la fotografía, que se convirtió en un medio para expresarme”. 

Es así como su trabajo artístico responde a una línea surrealista. Cada toma es el portal a una dimensión donde el límite entre la fantasía, la realidad es difuso y la única regla dentro de la irreverencia es esta: “Tienes que estudiar muy bien todas las reglas que existen en el arte para después romperlas”.

Ahora bien, la magia empieza cuando ambas partes se encuentran en sintonía a través de la red. No hay un libreto que seguir, simplemente se deja fluir a la creatividad. En esta ocasión, las directrices del fotógrafo viajan a través del micrófono de una computadora o celular inteligente y lo que realmente cobra valor es la interacción a pesar de la distancia. Sin más, cuando las fotos están listas deben por la edición, una entrada final al mundo surrealista de Andrés Garófalo, más conocido como Suprafotografismo.

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Andrés explica que la idea de realizar fotos a través de una videollamada por Zoom, una de las tantas plataformas de comunicación que se han usado durante el confinamiento, nació a partir de ese llamado a la creación que posee un artista. 

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Fotografías donde burbujas de jabón cobran vida a través de una pantalla o se aprecia el reflejo de una acrobacia en el aire en lo que parece ser un charco de agua, son solo algunos ejemplos de lo que ha significado jugar con dos realidades simultáneas. Y aunque una mala conexión de internet o la calidad de los fotogramas pueden jugar una mala pasada, el fotógrafo indica que es la oportunidad perfecta para potenciar el concepto fotográfico que lo caracteriza.

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Sin duda, el trabajo de este talento quiteño es la prueba de que el arte puede resurgir de las adversidades. La cuarentena y el crecimiento de la cultura digital que ha provocado, es una oportunidad para poner a volar la imaginación y jugar con el ingenio al máximo. Ciertamente, se convirtió en la excusa perfecta para que creadores de contenidos audiovisuales, como Andrés, exploten su creatividad y demuestren que el arte también puede estar a un click de distancia.